visitillas :)

sábado, 28 de abril de 2012

El significado de las sonrisas


¿Cómo saber qué significa una sonrisa? No es fácil, la verdad. Para interpretar una sonrisa hay que tener en cuenta muchos factores: hora, lugar, amplitud de la sonrisa, volumen (sólo si procede), causa, intención (sólo si procede), etc. Nunca dejas de aprender cosas nuevas, y desde que llegué aquí he visto más tipos de sonrisas de las que podía imaginar, y espero ver sonrisas nuevas, muchas más. Para que me entendáis, pondré algunos sencillos ejemplos.
Quiero hablaros de Tommy. Tendrá unos 40 años, es escocés, le encantan los perros y siempre lleva gorro, un gorro distinto cada día. Tengo que confesar que me encantan sus gorros, a cuál más original. Y tiene la sonrisa más bonita que he visto en mucho tiempo. Sonríe cuando ve un perro en el parque. Sonríe cuando le digo lo mucho que me gusta su nuevo gorro. También sonríe cuando me ve. Hace unos días fuimos a un pequeño pueblo cerca de Edimburgo, entramos en una cafetería llamada “Jean’s Place” (El sitio de Jean, o como diríamos en el pueblo “En ca’ Jean”) y pedimos para comer. Nunca lo había visto sonreír tanto como aquel día, incluso se reía a carcajadas. Digamos que su sonrisa, a eso de las 12 de la mañana, en una pequeña cafetería, era de amplitud máxima, bastante sonora, causa desconocida y sin intención. Al cabo de un rato tuve qué preguntarle qué pasaba, quería saber la broma para reírme con él, y me contestó que simplemente estaba feliz. Esa era la causa, que simplemente estaba feliz. Y sin intención alguna, me hizo sonreír a mí también. Creo que se me ha olvidado decir que está en silla de ruedas y tiene dificultades de aprendizaje, y los ojos más azules con los que me he podido topar.
Pues os parecerá una tontería, pero sonrisas como esa y 14 más, me alegran los días aquí, y me hacen darme cuenta de lo importante que es hacer lo que te gusta, lo que te apetece, cosas tan simples como salir a comer o incluso dar un paseo.
Pero a veces la causa es más compleja. Ya llevo aquí algo más de 5 meses y he tenido dos visitas. La primera fue de Albane, la chica francesa que trabajó de voluntaria con el Cala el año pasado. Fue genial ver una cara amiga y enseñarle por qué es tan mágico este lugar para mí y lo contenta que estoy, contándole lo mucho que disfruto mi experiencia como voluntaria en Escocia. Fueron unos días llenos de sonrisas. Y como las sonrisas nunca son suficiente, pocas semanas después llegó una gran visita desde Alburquerque: mis amigas. Y otra vez, sonrisas a todas horas. Visitamos la ciudad, fuimos de excursión por las Highlands, subimos a Arthur’s Seat…Fueron muchos planes para tan pocos días, nos hizo un tiempo espléndido, lo pasamos muy bien y me encantó verlas y sonreír a todas horas. Fueron los cinco días más cortos desde que llegué aquí, se pasaron volando. Y mientras escribo esto no puedo evitar sonreír otra vez. Gracias a todas por la visita.


Y para no parar de sonreír, tendré más visitas en un par de semanas.
Hay cosas que no se aprenden en el colegio ni en la Universidad, hay cosas que se aprenden cuando te lanzas a vivir la vida, y es ahora cuando estoy comprendiendo el significado de las sonrisas y de los abrazos. Estoy aprendiendo a valorar la calidad de vida que tenemos, y también que puedo ayudar a los demás a valerse por sí mismos. Aprendiendo a aceptar que todos podemos tomar decisiones, y que muchas veces, la única barrera está en nuestra cabeza. Y todo esto se aprende cuando te dejas llevar y le sonríes a la vida.

miércoles, 18 de enero de 2012

Hablemos de abrazos interminables...

Buenos días desde la fría Escocia.
Cada vez hace más frío por aquí, las calles están 24 horas al día heladas. Casi puedes sentir el frío al mirar por la ventana, aunque desde ella se pueda ver un cielo azul y completamente despejado. Enero en Edimburgo es frío, pero sigue siendo una ciudad preciosa, activa, y llena de sorpresas, una por cada día. Me encuentro muy motivada, y aunque no quiero que esta experiencia acabe nunca, me gustaría mucho hacer una visita exprés a mi familia y amigos y contarles todo esto que estoy viviendo, aunque entonces una visita exprés no sería suficiente y querría quedarme mucho más tiempo, y darles un abrazo interminable.
Este mes mi dinámica de trabajo ha sido muy distinta y activa, todos los días he ido al cine o a tomar algo, o de compras, o incluso a veces todo en un mismo día. Pero no deja de gustarme. Los compañeros de trabajo cada día me gustan más, vamos estableciendo amistad y cada vez somos más cercanos. Y con los usuarios ocurre lo mismo, a los chicos cada día les gusto más y quieren pasar más tiempo conmigo, y a veces es un problema que trabajo como voluntaria y son sólo 6 horas al día, no da tiempo para todo. Como ya dije en el último artículo, tengo tres casas de trabajo, cada una muy distinta de la otra, lo que es bueno porque no hago siempre lo mismo. En Alemoor les gusta ir de compras y luego echar el rato tomando un café, es bastante relajado. También les gusta ir al teatro, hace un par de semanas fui con ellos a ver La Cenicienta, y estoy muy contenta porque lo pude entender todo, lo que significa que estoy aprendiendo mucho. En Newhaven les encanta ir al cine o salir a cenar, lo que también me gusta mucho, además, gracias a ellos estoy conociendo sitios nuevos y comidas nuevas. Son gente más joven y dinámica que en Alemoor. Y Bath Street es completamente distinto, son gente mayor que solo quiere tranquilidad, no les gusta la música muy alta ni las comidas muy picantes, les gusta pasear por el paseo marítimo pasar tiempo frente a la televisión. Pero me gusta mucho ese lugar, son gente muy mayor y que de verdad necesitan siempre a una persona que les ayude a sus tareas diarias, y me gusta sentirme útil y moverme, y allí lo hago.
Bueno, basta ya de hablar de trabajo, ahora toca hablar de Edimburgo y lo que pasa por aquí. Como todos sabréis, pasé fin de año aquí con el resto de voluntarios. Cada año hay una gran fiesta con conciertos en los parques más grandes de la ciudad, con fuegos artificiales que cortan la respiración, son increíbles, y con un montón de eventos. Yo sólo puedo hablaros de los conciertos en la calle y los fuegos artificiales, no me dio tiempo a ver más, y fue increíble. Ha sido una nochevieja muy distinta pero me ha gustado, y espero repetirla el año que viene,  y animo a todo el mundo a que venga a conocer Hogmanay (que así es como se llama).
Y otra cosa de la que quería hablar es que sólo faltan un par de días para recibir mi primera visita en la ciudad. ¿Recordáis a Albane? Sí, la chica francesa que pasó 8 meses en Alburquerque el año pasado, trabajando como voluntaria con el Cala. Desde el año pasado tenemos una buena amistad y seguimos en contacto, y en unos días estará aquí conmigo, para conocer Edimburgo y conocer la experiencia que ella misma me animó a vivir. Así que estos días no puedo estar más ilusionada, tengo muchas ganas de verla y enseñarle la ciudad y contarle cada detalle de esta aventura, ella me va a comprender perfectamente, ella sabe lo importante que está siendo esto para mí, como lo fue para ella vivir 8 meses allí.

Me despido hasta el próximo mes, espero que disfrutéis leyendo mis líneas sobre esta aventura. Me gustaría escribir más, me gustaría contar más, pero incluso escribiendo diez páginas no podría contaros todo lo que voy viviendo día a día. Espero que las imágenes que envío os ayuden a imaginar un poco más esto, dicen más que mis palabras y os aconsejo que mientras las miréis tarareéis en vuestra cabeza: “Dejarse llevar suena demasiado bien…” 

domingo, 8 de enero de 2012

Y ya van cuatro cartas en La Glorieta, contando qué se cuece por Edimburgo.
Esta tengo que comenzarla hablando del trabajo. Ya empecé a trabajar, ya puedo decir que estoy trabajando como voluntaria en Edimburgo, al fin. Después de dos meses haciendo cursos preparatorios y conociendo la ciudad, empiezo a estar muy ocupada. Leonard Cheshire se organiza en casas, hay un montón de casas repartidas por todo el mundo. Aquí en Edimburgo hay muchas, y yo concretamente trabajo en tres casas distintas. Tengo que repartirme todas las semanas. Cada casa es diferente de las otras, cada persona es distinta de las otras. En una de las casas que trabajo se centran en tratar a personas con epilepsia, lo que es duro, nunca había trabajado con nadie con epilepsia, y cuando no sabes cómo reaccionar ni qué hacer, es difícil. En la segunda casa en que trabajo, la gente tiene dificultades físicas, pero no de aprendizaje, así que es fácil organizar actividades. La semana pasada estuve en una fiesta de Navidad con uno de los chicos, estuvimos cantando villancicos, conociendo gente, comiendo dulces típicos escoceses de navidad, y hasta Papá Noel vino, cargado de regalos para todos. Lo pasamos muy bien. Otro día, fui al cine y a tomar un café. Y la última casa en la que trabajo se centra más en la edad, son todos muy mayores y con dificultades físicas y de aprendizaje, por lo que es más difícil intentar ir al cine, o de compras, o simplemente mantener una conversación. Todas y cada una de las casas son distintas unas de otras, lo que significa que tengo que ser creativa y organizar distintos tipos de actividades, aceptar que no todo el mundo puede ni quiere hacer lo mismo. Y de momento lo llevo bien, nunca viene mal sentarse a tomar un café tranquilamente, sin tener que hablar, o irse al cine a reírse un rato, o salir a pasear para sentir el aire en la cara. Una vez leí que hay que encontrar lo que nos gusta, y luego hacerlo, y no puedo estar más de acuerdo.
No he hecho mucho más aparte de trabajar y pasear por la ciudad, que ahora luce más navideña que nunca. El tiempo cada vez es peor, hace más frío, llueve, y pronto empezará a nevar. Ya empiezo a tener una “rutina” aquí en Edimburgo, y eso me motiva mucho. Ya han pasado casi tres meses desde que llegué, ya solo me quedan ocho, y sé que tengo que aprovecharlos al máximo, sacar partido de mi trabajo, aprender mucho inglés y exprimir esta experiencia. Y tal y como hizo mi amiga Albane conmigo, yo quiero animar a todo el mundo a emprender una aventura como esta, porque aunque aún no me haya cambiado mucho, sé que el próximo septiembre seré muy diferente, y habré crecido mucho como persona, hay cosas que no se aprenden en la escuela, o en la universidad, hay cosas que las aprendes de la vida, y la mejor forma de hacerlo es ésta, dejarse llevar. “Nunca saber dónde puedes terminar…o empezar”.
Muchos saludos, Alburquerque, saludos desde Edimburgo.

:)

En mi mente, parece que llevo aquí tres meses, ¡y solo ha pasado uno¡ Pero estoy tan cómoda aquí que ya me siento completamente adaptada.
Aún no he podido empezar a trabajar como voluntaria, mis compañeros y yo estamos haciendo cursos preparatorios de primeros auxilios, de movilidad en silla de ruedas, de medicación…Me están viniendo muy bien estos cursos, porque estoy aprendiendo cosas que son muy importantes cuando tienes que estar cuidando a personas con dificultades físicas y de aprendizaje, y porque mi oído se va educando más y más y cada vez me cuesta menos expresarme y entender a la gente.
Como estoy en otro país, y la inmersión es completa, también estoy involucrada 100% en su cultura, y el 31 de octubre fui a una fiesta de Halloween. La fundación Leonard Cheshire Disability, que así es como se llama, organizó una fiesta de Halloween para los usuarios y para el personal, y también nos invitaron a nosotros, los voluntarios. Había que disfrazarse como uno de los personajes del grupo ABBA. Mis compañeros y yo nos volvimos locos buscando disfraces de ese estilo, y como no encontramos nada, al final acabamos disfrazados de hippies de los años ’60. La fiesta fue bastante animada, no puedo decir terrorífica, porque nadie daba miedo, pero la verdad es que todos los pasamos muy bien escuchando temas de ABBA, cantando, bailando, y comiendo pasteles y caramelos. Los que mejor se lo pasaron fueron los usuarios, cuando nos vieron entrar disfrazados de los años ’60 solo podían reírse de nosotros, les parecía extraño vernos con esas ropas.

Leonard Cheshire Disabiliy tiene mucha imaginación, y quiere llevar a cabo nuevas iniciativas siempre que sea posible. Ya estamos planeando la fiesta de Navidad, todos juntos.
Como aún no he empezado a trabajar, tengo que poner en marcha mi imaginación, y cada mes tengo que llevar a cabo una nueva iniciativa con ellos. Mi primera idea ha sido grabar un CD con canciones elegidas por cada uno de los usuarios, y por supuesto, con un par de canciones españolas. Pienso que la música es una manera de conocer a la gente, y me pareció una buena idea. Como los usuarios son mayores, la mayoría de las canciones serán de Elvis o de ABBA…pero será divertido. Me gustaría hacer otro CD en julio, para ver si he aprendido de ellos, para ver cómo vamos cambiando y aprendiendo unos de otros.
Mientras tanto y cuando el tiempo acompaña, también hago un poco de turismo. Hace poco estuve en Arthur’s Seat, desde dónde se puede ver toda la ciudad, incluido el mar. Increíble. También he estado visitando museos, y el Jardín Botánico. Cada semana descubro un rincón nuevo en Edimburgo. Y pronto empezaré a viajar por el resto de Escocia.
Tengo que decirlo, echo mucho de menos Alburquerque, a mi familia y a mis amigas. Estoy deseando abrazar a mi madre y a mi hermano, y ver a mis amigas, tengo muchas cosas que contar, y me encantaría que vinieran a visitarme. También echo mucho de menos a la gente del Centro Ocupacional Los Baldíos, por supuesto, sólo fueron tres meses trabajando con ellos, pero es imposible olvidar tantas cosas. Es difícil empezar de 0 completamente sola en otro país, y tan distinto como este, te acuerdas mucho de lo que dejaste atrás, pero poco a poco sigo acostumbrándome a esto, y cada día me gusta más. Esto no significa que no me acuerde de Alburquerque, no hay día que no cuente una historia sobre mi pueblo. Pero también tengo mucho que aprender y que descubrir, y sólo tengo que cantar en mi interior esa canción “Dejarse llevar suena demasiado bien”.


Plasmando primeras impresiones

¿Cómo describir toda una semana en unas palabras? Voy a intentarlo. Llegué hace semana y media y esto no para de sorprenderme día a día. Cada día hago cosas nuevas, conozco a gente distinta, de varios países, y descubro nuevos rincones en mi nueva ciudad.
Estoy bastante contenta en comparación a lo asustada que estaba en el avión, preguntándome qué iba a pasar conmigo, cómo iba a ser mi llegada a Edimburgo y mi comienzo en el trabajo. Los primeros días fueron confusos, la ciudad me venía grande, no entendía mucho, y tenía un poco de miedo al trabajo. Pero poco a poco voy adaptándome. Edimburgo es fácil de recorrer, me voy haciendo a este acento escocés y ya he conocido a la gente con la que voy a trabajar, ahora estoy más segura de mi misma.
Mi trabajo consiste en hacerles la vida más fácil a las personas con discapacidad, con dificultades físicas y de aprendizaje. Y me va a gustar. Ellos tienen muchas ganas de trabajar conmigo, y yo con ellos, me estaban esperando para poder ir al cine conmigo, o a cenar, o simplemente para dar paseos por el barrio, o para pintarme las uñas con ellos. Es todo lo que quieren de mí, eso y mi cariño. Y por suerte, puedo dárselo todo. Mi trabajo aquí va a ser duro, no digo que no, es difícil saber qué quiere una persona que no puede expresarse bien, ni tampoco organizar actividades para alguien que apenas tiene movilidad, pero para eso estoy aquí, para que todos juntos hagamos una lista de deseos, e ir cumpliéndolos poco a poco. Sólo se necesitan muchas ganas de entrar de lleno en sus vidas. Ellos quieren hacer lo mismo que hacemos todos, con la misma calidad de vida, y no siempre nos damos cuenta de que tenemos gente con dificultades a nuestro alrededor, y en vez de hacerles la vida fácil, les ponemos barreras.
Lo que me gusta mucho de mi trabajo es ver que aquí la mitad del personal trabaja como voluntario, en su tiempo libre, le dedican tiempo a esto, a hacer cada minuto más fácil a los que realmente lo necesitan. Me parece muy bonito.
Este primer mes está siendo muy divertido, estamos todo el día intentando conocer cada rincón de la ciudad, haciendo turismo, y trabando amistad entre nosotros. Somos cuatro voluntarios europeos, un chico de Bélgica, otro alemán, una chica alemana también, y yo. Pasamos las tardes visitando Calton Hill, una colina desde la que se puede ver gran parte de la ciudad, o simplemente paseando por la Royal Mile. Cualquier día que no llueva es bueno para salir a conocer Edimburgo. El único problema aquí es el clima. Hace un frío horrible, como si fuera pleno diciembre, en un invierno muy frío. Pero el tiempo está bien siempre que no llueva, es lo único que no me gusta de aquí.
Echo de menos muchas cosas de España, mi familia, mis amigos, mi vida allí…pero creo que esta experiencia me va a hacer crecer como persona y voy a aprender mucho de todo esto.


No tengo mucho más que contar, solo llevo aquí unos días. Con lo poco que he podido contaros y las fotos que he hecho, creo que os podéis hacer una idea de cómo es esto y cómo estoy pasando las primeras semanas. Y de lo que significa “Dejarse llevar suena demasiado bien”.

Existe un plan...

Todo empezó hace unos meses, por marzo más o menos. Albane, una chica francesa que estaba trabajando con el Cala como voluntaria, me habló de su iniciativa aquí en el pueblo, entonces me pasó algunas webs y pensé en intentarlo, en convertirme en voluntaria europea, como ella. Estuve un mes largo leyendo proyectos y enviando cartas de motivación al Reino Unido, Irlanda, Escocia, Suecia, Holanda, Italia…Sinceramente, solo me interesaban los proyectos del Reino Unido, mis cartas fueron la gran mayoría para el Reino Unido e Irlanda, recuerdo que envié solo una a Escocia, y al resto de lugares también solo una…Y lo hice por intentarlo, no me llamaba mucho la atención irme a Suecia, la verdad. Estuve un par de meses sin saber nada sobre mis cartas, a lo mejor me llegaba algún email diciéndome que lo sentían mucho pero que no necesitaban a nadie. Hasta que en mayo, recibí una respuesta desde Escocia, concretamente Edimburgo, me dijeron que había sido seleccionada y estaba en la fase final, junto a otros 20 solicitantes. Y en pocos días me dieron la gran noticia, yo era una de los cuatro elegidos. Ahora todo estaba en manos de la Agencia Nacional de Escocia, había un presupuesto que aprobar, así que solo me quedaba esperar.
Entre tanto, empecé a trabajar en el Centro Ocupacional Los Baldíos, y esto me ayudó a conocerme mejor, a aprender que puedo ser útil para los demás y que puedo dar lo mejor de mí, y también recibir mucho. Está siendo una experiencia de lo más enriquecedora y estoy sintiendo mucho cariño..
Me olvidé un poco del tema porque no recibía muchas noticias. Llegó junio, pasó julio y yo no volví a saber nada de Escocia. Hasta que en agosto me llegó la esperada noticia. Recuerdo que me llamó Leticia, “Tengo que darte una noticia” me dijo, y yo no sabía si iba a ser buena o mala. Fue buena, muy buena.
Pues sí, parecía que todo iba a cambiarme, justo cuando estaba trabajando y contenta con lo que hacía, ahora que me había encontrado a mí misma. Iba a vivir en Edimburgo los próximos 11 meses, y lo más curioso es que a Escocia sólo envié una carta, una. El destino puso boca arriba las piezas de mi puzle y ellas solas están empezando a encajar, el proyecto consiste en trabajar con discapacitados, en una famosa organización.
Mi gran aventura empieza en apenas unos días. Y son muchas las emociones que siento, las ideas que pasan por mi cabeza…Tengo pena de dejar a mi familia, mis amigos y mi trabajo. También siento incertidumbre, porque no sé qué voy a encontrarme allí, y si va a gustarme o no. Por otra parte, tengo ganas, me apetece un cambio, el inglés es algo que siempre me ha gustado y saber que voy a vivir día a día con él, me entusiasma. Estoy un poco nerviosa, me quedan días y el cambio va a ser grande. Pero lo que más siento es emoción, porque no pensé que fuera a emprender algo tan grande para mí y sin embargo, el destino me tenía algo bueno preparado. Y sé que me voy a ir y voy a echar de menos muchas cosas aquí en Alburquerque, pero estoy segura de que esto forma parte del plan, y me siento feliz. A partir de ahora, toda Escocia va a conocer Alburquerque, y a mis pedacitos de vida que dejo aquí (mi familia y amigos). Todo forma parte de ese plan que el destino ha dibujado para nosotros, y tal y como dice la canción, yo os digo: “Dejarse llevar suena demasiado bien”.

gracias, Albane :)